En la edición del sábado de Clarín, Jorge Lanata y su equipo de investigadores realizaron una nota titulada "Lo que nos van a dejar 10 años de kirchnerismo". En la introducción, la nota señala que "una buena manera de definir a los gobiernos es describirlo por lo que le dejarán a su sucesor" y luego plantea algunos items seleccionados arbitrariamente como toda selección.
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En la edición del sábado de Clarín, Jorge Lanata y su equipo de investigadores realizaron una nota titulada "Lo que nos van a dejar 10 años de kirchnerismo". En la introducción, la nota señala que "una buena manera de definir a los gobiernos es describirlo por lo que le dejarán a su sucesor" y luego plantea algunos items seleccionados arbitrariamente como toda selección.
En el correspondiente a "Desocupación y trabajo en negro", Lanata señala que va a dejar una desocupación del 7,2 por ciento. Como el espacio para una nota periodística es limitado y todo no entra, quedó afuera el dato de que en 2003 la desocupación era del 21,5 por ciento. No es el único elogio que se desprende en este punto. También indica que "los gremialistas calculan" que si no existieran los programas laborales del gobierno habría 2.634.295 desocupados. Afortunadamente esos programas existen. Respecto al trabajo en negro puntualiza que "se calcula en el 34,5 por ciento". En 2003 superaba el 50 por ciento.
El segundo ítem que plantea es el de "Desnutrición", pero mezcla los datos de desnutrición con los de mortalidad infantil. Indica que "se mueren 20 chicos cada mil", aunque no especifica si es un índice de mortalidad infantil en general o por desnutrición en particular. De todas maneras el dato es erróneo. La mortalidad infantil es de 11,7 por mil. En 2003 era de 16,5 por mil.
En el tercer punto, titulado "Pobreza", Lanata exagera a favor del gobierno. Dice que en 2003 la pobreza era del 58%, cuando en realidad era del 47,8 por ciento. Y señala que actualmente es del 5,4% y en verdad es del 6,5 por ciento. También da cuenta de un cálculo de la UCA según el cual la pobreza es del 26,9 por ciento. Aunque en rigor la UCA estima el índice en 16,6%, si tomáramos como cierto el número que Lanata le atribuye a esa universidad, el kirchnerismo habría disminuido la pobreza la mitad.
El cuarto rubro, llamado "Villas", indica que la densidad poblacional de las villas aumentó un 55,6 por ciento. En cambio si se compara los censos de 2001 y de 2010, aunque no dan referencias a la densidad poblacional en las villas, el resultado es que hay un 19,5% menos de ranchos y un 24% menos de casillas.
En el ítem "Transporte", señala que por los subsidios estatales "un boleto mínimo de tren cuesta $ 1,10 cuando debería costar entre $ 7 y $ 8 y en colectivos $ 4,5 o $ 7,5, como en Brasil". De esto se desprende cómo benefició el gobierno a los usuarios de trenes y colectivos.
El sexto punto se refiere a "Juicios de la ANSES". Dice erróneamente que "hay más de 330 mil juicios activos y unos 600 mil juicios iniciados", cuando en realidad la totalidad de juicios es de 319.547. Este no es un problema atribuible al gobierno, sino que deriva de un fallo de la Corte de actualización de haberes, previo a la implementación de la movilidad jubilatoria.
"Juicio de YPF" es otro de los subtítulos. La herencia que dejaría en este caso sería que Repsol inició una demanda ante el Ciadi. Justamente este gobierno como ninguno heredó una infinidad de juicios de empresas ante el Ciadi y logró que la mayoría de los casos se resolviera a favor del Estado argentino o las empresas desistieran de la demanda. De modo tal que una sola demanda en contra a cambio de un beneficio evidente para el país como la reestatización de YPF, hablaría bien del gobierno.
El octavo punto se refiere a la "Generación Ni-Ni". Allí dice Lanata que unos 850 mil jóvenes de entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja. Por aquello de la falta de espacio seguramente no pudo consignar que en 2003 los "ni-ni" estaban estimados en más de 3 millones. Otro elogio implícito al kirchnerismo.
Bajo el ítem "Educación" la nota estipula que el gasto (no lo considera una inversión) pasó del 4% en 2003 al 6,4% en la actualidad. Salvando el detalle de precisión de que en realidad pasó del 3,86 al 6,47%, el dato es de todos modos elocuente. Hay, sí, una crítica de Lanata al asegurar que "la educación no paró de descender". No consiguió datos para sostener la afirmación. Sólo puntualiza que "la mitad de los alumnos no termina el secundario". Los datos disponibles al respecto son los de los censos de 2001 y 2010. Y de la comparación surge que la población con secundario completo aumentó un 40,7% en ese período. También que de la población de hasta 29 años egresó del secundario un 25% más. Teniendo en cuenta que esa franja poblacional creció un 10%, la tasa neta de aumento es del 15 por ciento. Respecto a los que terminaron en tiempo y forma, es decir que egresaron a los 17 o 18 años, en 2003 implicaba al 39% de alumnos y en 2012 el 44 por ciento.
Luego afirma, esta vez sí con precisión, que la Argentina figura en el puesto 58 en las últimas pruebas PISA. El dato oculto es que en los países que logran mayor inclusión escolar naturalmente disminuyen en las pruebas PISA. Un chico que había abandonado la escuela, por ejemplo, a los 12 años en séptimo grado, y ahora regresa con 15 años al punto donde dejó, deberá dar la prueba PISA con contenidos de tercer año del secundario, ya que es por edad y no por el grado que cursa.
El décimo apartado está destinado a "Reservas del Banco Central". Señala Lanata que hoy están en 35.321 millones de dólares. Otro elogio, si se tiene en cuenta que están en ese nivel pagando puntillosamente la deuda externa, cuando en 2003 eran de 9325 millones.
El último rubro se llama "Deuda" y sólo señala lo que debe y no lo que pagó en el mayor proceso de desendeudamiento de la historia argentina. Sólo queda por decir que en 2003 la deuda equivalía al 149,4% del PBI y actualmente equivale al 37,8 por ciento.
Quedan dos años y la herencia puede mejorar aún más. Lanata, con pesimismo, asegura que "todavía faltan dos años, de modo que todo puede empeorar aún más". Pero aun teniendo en cuenta esa poca fe en el futuro, dio datos –aunque con algunas omisiones comprensibles– como para que el gobierno que reciba la herencia esté bastante tranquilo. En la Casa Rosada, en cambio, si alguien leyó la nota se habrá sorprendido de que Lanata haya dado tantos datos favorables al kirchnerismo.
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