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Con actitud, garra, una línea de 4 segura y con un Martín Palermo sobresaliente Boquita le ganó muy bien a River por 2-0 en Mar del Plata ante un estadio colmado, Martín hizo el segundo y asistió para el primero de Colazo...alegría en la Mitad más Uno !
El gran trabajo del delantero Martín Palermo y el orden general en todas sus líneas fueron las armas con que contó Boca Juniors para festejar en el primer Superclásico del año ante River Plate por 2 a 0, en el José María Minella de Mar del Plata.
Palermo asistió a Nicolás Colazo en el primer gol del partido y convirtió de cabeza el segundo para sellar la victoria, que significó el primer éxito del entrenador de Boca Julio César Falcioni ante River.
El equipo de Juan José López, en tanto, tuvo problemas en la elaboración de juego, dependió demasiado de Erik Lamela, le faltó profundidad y cometió errores defensivos que fueron aprovechados por el rival.
En Boca, que contó además con una superlativa actuación del arquero Javier García, debutaron los mediocampistas Leandro Somoza y Diego Rivero, que tuvieron un prolijo desempeño en el ordenado esquema de Falcioni.
El primer tiempo comenzó con un River tratando de ahogar a Boca en la salida, ejerciendo presión sobre los defensores, y le robó la pelota, aunque no pudo prosperar colectivamente, ya que estuvo impreciso con el esférico.
Boca, en tanto, se cerró bien en el fondo y comenzó a generarle peligro a la defensa de tres de River por las bandas, principalmente con subidas de Pablo Mouche.
El conjunto "Millonario" no se mostró firme en su última línea y en la primera jugada clara, Boca se puso arriba en el marcador.
Fue a los diez minutos, cuando el equipo de Falcioni movió la pelota de un lado a otro, apareció Mouche por izquierda y tocó para Cristian Chávez, quien tiró el centro al medio, tras dejar mal parado a Roberto Pereyra y al paraguayo Adalberto Román. Dentro del área, Palermo se hizo del balón y abrió a la izquierda para Colazo, quien de zurda y sin marca colocó la pelota sobre el ángulo superior zurdo de Juan Pablo Carrizo.
Luego del tanto, River siguió con la tenencia de la pelota, pero no podía perforar a la defensa xeneize, que estuvo bien parada.
Los de Jota Jota dependieron de algún desequilibrio de Erik Lamela o Manuel Lanzini, pero Mariano Pavone estuvo solo, le faltó companía y perdió permanentemente con los centrales rivales.
La mejor de River fue a los 21, con un tiro libre de Lanzini que se estrelló en el travesaño, tras rozar en una mano de García. De ese tiro de esquina, ejecutado por Lamela, Alexis Ferrero se lo perdió frente al arco.
Siempre que Boca atacaba era mucho mejor por la practicidad que tenía. Además, Palermo estuvo dinámico y se movió por todo el frente de ataque.
Se jugaba el minuto 32, cuando Clemente Rodríguez, de posición central, envió un centro para Palermo, y el goleador cabeceó suave el esférico y lo colocó al lado del palo izquierdo ante una tibia respuesta de Carrizo.
Palermo cumplió con su cuota goleadora, pero también asistió y defendió tres veces en la altura cuando las papas quemaban en área propia.
Lo último de un pobre primer tiempo de River lo tuvo Lamela, con un tiro libre que sacó García al córner.
En el arranque del complemento, Boca lo tuvo para rematar con dos oportunidades de Palermo, pero Carrizo no le permitió al delantero sumar un nuevo tanto.
River, con sus limitaciones fue a buscar el descuento y construyó a los 8 su mejor jugada. Pereyra llegó al fondo de izquierda, tiró el centro atrás, Lanzini definió de primera y García sacó, a puro reflejo, la pelota al córner.
A medida que pasaron los minutos, Boca se fue replegando y sufrió el desgaste físico de la pretemporada, frente a un River que tuvo chances para anotar, pero García se hizo fuerte y dejó su arco en cero.
La mejor intervención del arquero, que antes había parado un tiro libre de Lamela, fue a los 43, cuando le sacó un cabezazo a Jonatan Maidana.
Justa victoria de Boca por lo contundente que fue en el primer tiempo y por el orden que demostró ante un River que sigue peligrosamente en formación.
La última imagen fue la de Falcioni sacudiendo su puño bien cerrado, una, dos veces. Es que por más amistoso que sea, el clásico tiene su valor especial.
un triunfo ante el "millonario" tiene un valor muy importante por eso desde muy dentro mío sale el grito fuerte...
Aguante Boquita !!!!
Adal
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